domingo, 23 de marzo de 2014

Elaborando un texto o discurso argumentativo. Consejos a tener en cuenta:


Distinga entre premisas y conclusión:

Primero, hay que saber qué se trata de probar, cuál es la conclusión (la conclusión es la afirmación  a favor de la cual da razones). Las razones son llamadas premisas. Pueden ser explícitas o implícitas, es decir pueden mencionarse o pueden ser hechos generales que presumimos se conocen. La conclusión se debe exponer con claridad.

- Presente sus ideas en un orden natural:

Conclusión seguida de razones o premisas que lleven a la conclusión, puede elegir el orden que quiera. Lo importante es que la línea de pensamiento se vea natural, es decir que cada afirmación conduzca naturalmente a la siguiente, sin causar confusión.

-Parta de premisas fiables:

Con premisas débiles la conclusión será débil. Si encuentra que no puede respaldar las premisas que quería exponer, comience de otra manera buscando razones diferentes.

- Sea concreto y conciso:

Evite términos generales, vagos y abstractos. La elaboración densa y los textos sobrecargados hacen que el lector se pierda en un mar de palabras y olvide el objetivo del escrito.

- Evite un lenguaje emotivo:

Es fuerte la tentación, pero evite el lenguaje cuya única función sea la de influir en las emociones, es decir, remítase a las pruebas e intente apelar con su discurso a la razón.

-  Use términos consistentes:

Los argumentos dependen de conexiones claras entre premisas y conclusión. Hay que usar un único grupo de términos para cada idea. Prestar atención cuando las frases tienen la forma Si X, entonces Y.

Use un único significado para cada término:


No caer en la ambigüedad y definir cuidadosamente cualquier término clave que se introduzca ayudará a quien lo lee a tener más claridad.

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