viernes, 14 de marzo de 2014

Argumentación, persuasión, demostración.

Aunque la argumentación es algo común en nuestro contexto social, comúnmente es un argumento  informal, pero hay ocasiones más formales y exigentes como la elaboración de ensayos o ponencias.

La persuasión está encaminada a lograr una conducta o acción en el destinatario apelando más a los afectos que a su raciocinio. Busca un fin preestablecido sin interesarse en lo que siente o piense, la persuasión se ve en la propaganda y la política. Para persuadir se pueden usar estrategias como:
Ø  La Coerción o coacción (Impedir y obligar) Usando la fuerza.
Ø  Apelando a las emociones (Explotar los afectos) Manipulación.
Ø  Profiriendo amenazas (Boicot, paro, atentado)
Ø  Ofrecimiento o petición de dádivas (Soborno) Concusión y cohecho.
Ø  Mentira o engaño (Tergiversar deliberadamente) Premisas falsas.
Ø  Identificación con el grupo (Exigir seguir patrones establecidos)
Ø  Desindividualización (pensar como grupo) escudar comportamientos.
Ø  Recursos lingüísticos (Léxico con connotaciones ideológicas)
Ø  Mensajes subliminales (indirectos e imperceptibles) inconsciente.

La argumentación busca convencer y lograr adhesión mediante criterios racionales. Convencer es más que persuadir.


La argumentación busca adhesión a un punto de vista pero no demuestra la veracidad de su conclusión. Esto corresponde a la demostración, que es una cadena de razonamientos que intentan probar algo y se basan en premisas válidas. La demostración busca verificación. 
Una argumentación no puede ofrecer pruebas irrefutables. La demostración científica se rige por criterios lógicos bivalentes: O es verdadero o es falso. La argumentación tiene opiniones o puntos de vista refutables. Las demostraciones no son propias de disciplinas como las ciencias sociales. Pero incluso las demostraciones a veces necesitan argumentación. Las ciencias exactas demuestran, las ciencias sociales argumentan.

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