Los 400 años de Neiva, identidad huilense, educación y sociedad, son algunos de los puntos tratados en este diálogo de arte y cultura con Álvaro Gasca y Piedad Castañeda.
Llegué a la construcción colonial hogar de la Fundación Casateatro, situada en el barrio El Altico, pensando en la ironía de que la misma esté tan cerca y a la vez tan lejos de la Secretaría de Cultura y Turismo de Neiva. Fui con el propósito de entrevistar al maestro Álvaro Gasca. Ese hombre de ojos azules cristalinos y radiantes, cabello blanco como la cumbre del Nevado del Huila y sonrisa de niño. Es un iquireño que, tras estudiar arte dramático en la Universidad Nacional, regresó de Bogotá para apostarle al arte y la cultura en Neiva con el TeatroImagen, que en el 2012 cumplirá 30 años.
Lo encontré rodeado de aproximadamente 10 niños del taller ‘Palabrerío’, en el que, con la excusa de narrar cuentos, niños y jóvenes estimulan su imaginación y se divierten sanamente mientras desarrollan más seguridad y confianza.
Pero no dirigía esta actividad solo. Lo acompañaba Carmen Piedad Castañeda, docente nacida en el Tolima, criada en Bogotá y enamorada del Huila, que junto al maestro Gasca, Rodrigo Durán y Enrique Arciniegas crearon Casateatro hace 19 años.
Entre pausas para escuchar a los nuevos talentos relatar historias sobre las nubes, las montañas y el universo se dio, no una entrevista, sino lo que considero una amena conversación sobre el arte y la cultura, el pasado, presente y futuro de Neiva.
Definiendo cultura
Álvaro Gasca: La cultura es la forma de ser. Cada sociedad, cada persona pertenece a un contexto cultural. Somos la cultura en la que nos criamos.
Carmen Castañeda: Cultura es todo lo que somos. Cómo pensamos, cómo actuamos, cómo miramos la vida. Es decir, todo lo que envuelve al ser humano en su cotidianidad. La cultura tiene varios aspectos: incluye la vida cotidiana y el arte.
Á.G.: El arte nos hace más inteligentes porque promueve preguntarnos qué somos en el universo, nos incita a ser buenas personas.
Neiva: cultura, identidad y bizcochos
Á.G.: Neiva es rebosante en riqueza cultural. Solemos equivocarnos cuando tenemos conflictos con los estamentos que están obligados a promover la vida cultural. El Estado tiene la obligación de promoverla, pero, hágalo o no, la cultura vive y Neiva tiene una oferta cultural absolutamente rica. El Huila es una tierra muy fértil para nosotros, los artistas. Hay mucha riqueza cultural, el problema es si sabemos verlo.
C.C.: Los neivanos pensamos en el arte, la gente necesita, porque no sólo de pan vive el hombre, también su espíritu se tiene que alimentar. El aspecto artístico va cambiando, ahora hay otras formas de arte que también se están viviendo y la gente está ávida de él. Esas manifestaciones están latentes en toda la comunidad.
Á.G.: En Neiva se habla de identidad, de sanjuanero, de Villamil, de asado, que son elementos que enriquecen una actitud del huilense. No hay muchacho que no le regale bizcocho de achira a la muchacha. La herencia que nos dieron los viejos es un tesoro…yo poquito a poco aprendí que usted con mil pesos de bizcochos de achiras enamora al universo.
Disentimientos entre Estado y cultura
Á.G.: El Estado tiene la responsabilidad de apoyar un desarrollo cultural, de facilitar espacios para disfrutar de la cultura nuestra pero el Estado es muy carente, se gasta la plata en la guerra. Si no invierte en la vida, en lugar de la muerte, Neiva se va a salir por entre las costuras.
C.C.: Las ganancias de la inversión del arte llegan a muy largo plazo. Con el arte sensibilizamos a la persona, hacemos que piensen nuevas cosas, se desarma tanta violencia, pero eso se hace a largo plazo, y para nuestros dirigentes eso no sirve, ellos quieren ver ganancias muy prontas. Las administraciones invierten según sus intereses. El Gobierno piensa que el arte es algo superficial, que no es tan importante, las administraciones locales dicen que se necesita el dinero para otra cosa. Por eso se ha perdido mucho presupuesto.
Á.G.: España no tiene una gota de petróleo y lo que reciben per cápita, es decir, lo que reciben por sueldo es como cinco veces más que nosotros ¿cómo hacen?, pues debe ser que roban menos que en nuestro país.
Desencuentro entre la educación y la sociedad
C.C.: Se han perdido espacios. Cada vez que se hacen reestructuraciones y nuevas reformas a la educación, el arte está alejándose más del aula, de la escuela, del colegio.
Á.G.: Yo estoy completamente convencido de que la universidad, nuestra universidad especialmente, se separa del contexto, que los estudiantes crean una realidad alejada de la ciudad y de esa manera, cuando al fin salen, se titulan, no se saben relacionar con ella. No sé de qué manera se alejan de la realidad neivana cuando al fin y al cabo ¿dónde van a vivir? pues aquí, con nosotros.
Cuatrocientos años de malentendidos
Á.G.: Nosotros vamos a hablar de las tres fundaciones de la ciudad. Había un paisa que me dijo: ustedes son muy perezosos, tuvieron que fundar la ciudad tres veces, y yo le dije: falso, lo que pasa es que hicimos dos ensayos para que a la tercera quedara bien fundada.
Cultura en Neiva: entre modernidad y tradición
Á.G.: En este mundo tan global la cultura es muy grande, muy diversa, yo me quedo asombrado con lo de los muchachos, con lo de los niños, con lo de los jóvenes.
C.C.: Como se busca masificar todo, se están ocupando los espacios de grandes masas como los estadios, los coliseos… pero los sitios particulares, especiales, para desarrollar las diferentes ramas artísticas, donde se puedan realizar trabajos artísticos, están mermando, por ejemplo aquí en Neiva recuerdo que tres grupos de teatro tenían su sede, se han perdido ya dos salas, sólo queda Casateatro. Todo tiempo pasado fue mejor, han aparecido otras expresiones más comerciales, que dan más dividendos, más ganancias y entonces va quedando aparte esa cosa tan espiritual del arte, entonces, si ese arte no da dinero, no sirve.
De recuerdos y esperanzas vive la cultura
Á.G.: Casateatro tiene la fortuna de la compañía de la gente. Hoy estamos muy felices de ver ya una cuarta o quinta generación de muchachos y muchachas que vienen y vuelven. Eso es muy lindo, uno se da cuenta de que no está arando en el desierto.
“Nosotros creemos que la paz es una posibilidad, creemos en la creatividad y para completar, cada vez que los vemos echando cuentos como en el taller de hoy de Palabrerío, volvemos y nos enamoramos y es que la vida es para eso, para ser más feliz y, a pesar de todo, los buenos somos más”.
“El Estado tiene la obligación de promoverla, pero, hágalo o no, la cultura vive y Neiva tiene una oferta cultural absolutamente rica. El Huila es una tierra muy fértil para nosotros, los artistas”.
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