jueves, 31 de enero de 2013

Jóvenes ‘enredados’: dilema para padres y docentes


Las redes sociales ofrecen un sinfín de posibilidades de interacción, entretenimiento y aprendizaje pero también plantean grandes riesgos físicos, psicológicos y sociales. ¿Cómo están interactuando los jóvenes con estas plataformas?, ¿Cuáles son las potencialidades y peligros de estos sitios?,  son las preguntas que el equipo de Plataforma Joven aborda hoy.
Más de la mitad de los usuarios de Facebook en Colombia son jóvenes que en ésta y otras redes sociales encuentran un espacio de interacción, expresión y entretenimiento, pero que muchas veces por desconocimiento  se exponen a situaciones perjudiciales para su intelecto y autoestima, inclusive llegando a poner en riesgo su vida.
Según la corporación Colombia Digital, los jóvenes entre 18 y 24 años son quienes poseen mayor presencia en esta página y en conjunto con quienes tienen de 13 a 17 años alcanzan un 56% del total nacional. Eder Camilo Sotto, joven neivano egresado de la Universidad Surcolombiana accede a las redes sociales porque son “una herramienta de comunicación muy interesante ya que las personas pueden interactuar rompiendo barreras de tiempo y espacio y la conexión a través de ellas es cada vez menos fría, más real”.
Eder está vinculado a distintas redes sociales, “en el Facebook tengo todo… el Twitter lo uso principalmente para estar informado”, adicionalmente está vinculado a Google+ y LinkedIn, entre otras y asegura que estas tienen más potencial del que se les suele atribuir ya que las usa para todo: comunicarse con amigos,   estar informado,  vincularse al mercado laboral y destaca: “Una de las mejores cosas es que se les pueden dar diferentes usos, además del mero entretenimiento”.
Redes sociales, ¿la nueva escuela?
Walter Alejandro Fernández Barrera, quien lleva 10 años desarrollando  contenidos para internet y actualmente dicta clases en la Universidad Surcolombiana se refiere al potencial pedagógico de estas páginas: “Las redes sociales hoy en día son la forma más fácil de poder vincular y acercar a los estudiantes”. Él considera que el docente debe adaptarse a la dinámica del estudiante, y las redes sociales son la forma de relacionarse con los jóvenes y compartir con ellos el conocimiento.
Con esta idea coincide Manuel Alejandro Gutiérrez Gutiérrez, ingeniero electrónico y docente del colegio ‘José Hilario López’ de Campoalegre. “El uso que podríamos darle a las redes sociales para guiar a los jóvenes y sacarles el mayor provecho es inimaginable”, afirma. El profesor ve en las redes sociales un carácter pedagógico increíble y considera que se pueden utilizar para la enseñanza y aprendizaje de cualquier tema. Piensa que si se adopta una posición responsable desde todas las instituciones educativas respecto a incluirlas en la labor formativa, se podría sacar de ellas mayor provecho y guiar a los jóvenes en un mejor uso.
Eder Camilo también resalta el uso de las redes sociales con fin educativo, ya que, según este joven, al ser la comunicación mediante estas redes más informal, se genera mayor sensación de confianza entre estudiantes y docentes. Además, los jóvenes están incentivados a participar pues se sienten en su terreno.
Redes sociales ¿o profesionales?
Para Eder las redes sociales fueron de gran utilidad durante su práctica profesional en la universidad ya que son herramientas que permiten a las organizaciones establecer contacto con la gente, haciendo que las relaciones sean más estrechas: “En mi caso se logró dar a conocer el portal de la Universidad Surcolombiana y se alcanzó mayor reconocimiento institucional”.
El educador Walter Fernández comenta que para el desarrollo laboral existen redes más especializadas como LinkedIn, en la cual se entablan relaciones según estudios o intereses afines y que facilita contactos profesionales promoviendo la amistad y el compañerismo de trabajo. Pero el Facebook, la red social por excelencia también se presta para el contacto con fines laborales, la difusión de organizaciones, empresas y proyectos o dar a conocer las actividades e intereses laborales,  en esto ha influido mucho el modo ‘Biografía’ propuesto por la  red social este año.
Entretenimiento, su principal uso
Según Fernández, las redes sociales se suelen utilizar para entretenimiento. Los juegos, el chat, las fotos, los videos, etc. atraen a los jóvenes y ocupan gran parte del tiempo de quienes están en ellas. “Pueden afectar la cotidianidad de estas personas convirtiéndose en unas ventanas grandísimas de distracción y se torna un problema si se encierran en un medio de comunicación, aislándose de lo que les rodea”, advierte.
El docente Manuel Gutiérrez considera que un joven que ha crecido en medio de las Tecnologías de la Información y la Comunicación TIC’s puede vivir permanentemente conectado a las redes sociales y allí encontrar juegos, multimedia, entretenimiento, relaciones de amistad virtuales… “Los jóvenes indudablemente dan una gran importancia a las redes sociales, una muestra de ello es el tiempo que dedican a permanecer en ellas. Sin embargo, estoy convencido que la gran mayoría desconoce las bondades que se pueden obtener al darles un uso responsable”. Y no sólo desconocen las posibilidades, también ignoran los múltiples riesgos ocultos en estas redes.
Siempre conectados
Gracias a las nuevas tecnologías, se puede estar activo en las redes sociales aún fuera de casa. Eder Camilo siempre se encuentra en línea, si no es por medio del computador, es gracias al celular, pues “en cualquier lugar se puede revisar facebook, twitter, enviar un mensaje a alguien cuando es urgente o si no se tiene nada que hacer desaburrirse simplemente”. Aunque sobre su comportamiento él admite que “eso ya es adicción a veces, permanezco siempre conectado, lo que más pueda durante el día”.
Al respecto el profesor Walter Fernández explica que como el dispositivo móvil permite tener la información en la mano, la gente tiende a perder la línea divisoria entre lo virtual y lo real: “La telefonía inteligente ha afectado mucho las normas de convivencia y comunicación, en cierta medida como no hay una especie de normatividad para saber cómo comportarse con un teléfono celular, muchos no saben hasta dónde pueden llegar”.


El principal riesgo: la dependencia.
La psicóloga de la Universidad Surcolombiana, Kay Dillet López, observa casos de jóvenes que se han aislado de su familia, sus iguales y de actividades de tiempo libre que los ayuden a desarrollar otras habilidades. Ese completo aislamiento los lleva a crear un mundo aparte y genera prácticas obsesivas frente  a las redes.
Gerardo Vargas, sociólogo y Lida Constanza Basto, magister en educación y desarrollo comunitario hablan del que para ellos es el efecto más común y preocupante: “El joven que no esté conectado en una red no existe. Ese es su cordón umbilical con la sociedad. Eso los hace dependientes. Se conectan con unos pero se alejan de otros, conectados al mundo pero alejados de su entorno”.  Vargas asegura que la tendencia moderna es el aislamiento y los espacios tradicionales de encuentro tienden a desaparecer y ratifica que lo importante es “no dejarse dominar o enajenar por los medios. Es un peligro social desvincular las realidades pues incentiva a perder las relaciones humanas. Lo virtual no es real. En cualquier momento puede desaparecer”.
Más riesgos y efectos negativos…
Los metalenguajes (mensajes propios de este medio, precisos y breves, en cierta medida similares a los telegramas) han afectado la ortografía. El pedagogo campoalegruno Manuel Gutiérrez considera que ha surgido un grave problema ya que los jóvenes trasladaron el ‘lenguaje de chat’, esta nueva forma de escritura, a otros campos en los que supone errores ortográficos, ausencia de puntuación, etc”.
Según el catedrático Walter Fernández, aunque Facebook tiene un filtro en cuanto a cuestiones de información se cuelan contenidos grotescos que fomentan la mala cultura, alienan la mente y alimentan la estupidez colectiva, ya que “los jóvenes siempre tienden a asumirlos y apropiarse de ellos; hace unos años sucedía con la televisión y hoy en día la historia se repite con el internet”.  Pero resalta que el problema no es  la red social como tal. Para él es cuestión del individuo: “Si yo no tengo la habilidad para saber filtrar la información es muy difícil enfrentarme a ella. Y un joven no suele tener esa capacidad y piensa en un entretenimiento inmediato”.
Kay Dillet López señala que como psicóloga percibe situaciones bastante preocupantes y manifiesta que el riesgo en las redes sociales es alto y latente.  “Si tenemos en cuenta la influencia de las redes sociales en nuestros jóvenes podemos determinar que es alta y muchas veces negativa porque no le dan un buen manejo a esa práctica”, afirma. Mediante estos espacios los jóvenes interactúan con un grupo de personas, algunas pueden incidir en sus conductas y comportamientos si tienen personalidades vulnerables y les generan cambios en actitudes, pensamientos y prácticas cotidianas. Son especialmente propensos a esta influencia nociva durante la adolescencia.
Kay Dillet afirma que hay personas  con una capacidad de convencimiento tan grande que pueden generar que los jóvenes se vayan de sus casas, inicien conductas delictivas o entren al mundo de la droga o la prostitución.
Además en una encuesta realizada por la revista juvenil Seventeen en Latinoamérica, un 54% de los jóvenes afirmaron haber sentido afectada su autoestima por otra persona mediante Facebook. Según la encuesta ‘Generaciones interactivas’ de Telefónica, en Colombia el 12,1% de jóvenes menores de 18 años ha experimentado una forma de ciberbullying (acoso mediante la web), cifras preocupantes ya que esto puede afectar en gran medida la autopercepción de los jóvenes y llevarlos a comportamientos violentos, autodestructivos o inclusive al suicidio.
Padres y docentes: ¡A ponerse las pilas!
Actualmente hay una brecha tecnológica pues padres de familia y profesores no entienden de redes sociales y tienen choques con los jóvenes, nativos digitales, pero Manuel Alejandro Gutiérrez invita a saltar esta barrera: “Necesitamos dejar de hacernos los ciegos y pretender que los jóvenes aprendan por sí solos. Muchos afirman que los jóvenes saben más que uno, de ninguna manera, los jóvenes podrán estar al tanto de ciertas cosas, pero el conocimiento informal es desordenado y deja grandes vacíos”.
La psicóloga reitera que esta es una conducta de alto riesgo para los jóvenes cuando no es supervisada por padres o adultos responsables. Walter resalta que “hay que saber cuándo es apropiado conectarse, qué contenidos ver y controlar bien la plataforma para que la información no quede expuesta y así proteger su privacidad”.
Para concluir
El sociólogo Gerardo Vargas percibe el Facebook como una plataforma mediante la cual se puede salvar vidas o quitarlas, pero aclara que pocos conocen este potencial.
Los jóvenes podrán saber cómo subir fotos, agregar contactos y modificar su perfil en Facebook pero muchos desconocen riesgos como la suplantación, el robo de identidad y el ciberbullying entre otros peligros, y allí radica la misión de padres de familia, docentes y demás adultos responsables que han de guiar y supervisar el uso de las redes sociales para proteger la reputación, autoestima e integridad incitando a su vez a establecer una relación armónica.
La juventud debe alternar el tiempo frente a la computadora u otro artefacto con otras actividades y comprender que 3.000 amigos en una de estas páginas no valen más que una amistad real.
Artículo de mi autoría publicado en el diario La Nación. 

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